Daños por deforestación: biólogo de la UNAM advierte que el oxígeno y el agua están en riesgo

Diario de Yucatán – por Darinka Ruiz Morimoto – 12 de julio de 2024

El investigador José Sarukhán Kermez ofreció la conferencia “Relación entre perturbación ecosistémica, enfermedades y salud pública”

La sobrepoblación ha llevado a la superproducción de alimentos, lo que ha deforestado zonas enteras que eran de biodiversidad silvestre para siembra, lamentó el biólogo investigador José Sarukhán Kermez en su conferencia “Relación entre perturbación ecosistémica, enfermedades y salud pública”.

En el marco de la Cumbre Biósphera, el exrector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) señaló que la reducción de los árboles se traduce en pérdida de albergues para insectos.

De igual manera indicó que la deforestación de selvas es notoria en el país y esto ha causado un desequilibrio ambiental al modificar las cadenas alimenticias.

Una de las consecuencias más notorias de estos cambios es la proliferación de roedores que albergan agentes patógenos que causan enfermedades que aquejan y matan a la población, señaló el experto.

Sarukhán Kermez también instó a la audiencia a recordar que el oxígeno y agua son los elementos más importantes que nos proveen los ecosistemas, y al deforestar ambos recursos están en riesgo.

Agregó que México debería apostar más a informar sobre los recursos naturales con datos reales.

Recordó que desde hace años se usaron las primeras tecnologías para digitalizar información del país, por lo que se cuenta con una base de datos de 46 millones de especímenes de plantas y animales, pero nadie está usando estas herramientas.

Finalmente, habló de la agricultura y de cómo ahora se desarrolla en condiciones creadas artificialmente, con agroquímicos y pesticidas que han arruinado muchas zonas del planeta, incluido el mar.

Impacto de los transgénicos

El ex rector de la UNAM recordó que el grano de maíz tiene muchas variedades de acuerdo con las condiciones de las regiones, y se mantiene vivo y en constante cambio.

“Casi todo el país lo siembra, pero por desgracia también ha sido modificado genéticamente por las grandes industrias que se adueñan de la semilla a su antojo.

“Todo esto tiene consecuencias en la salud pública, por lo que hay que apostar a los conocimientos ancestrales y los políticos deberían acercarse a los pequeños campesinos, quienes valoran sus cultivos, además que promueven la valoración real de la gastronomía mexicana que está en peligro de perderse por elegir los alimentos procesados”.

El ponente recordó que cada año se siembran 1,300 millones de plantas de maíz por pequeños agricultores.

“La manera en que alimentemos a la población del planeta determinará cuánta biodiversidad perderemos o conservaremos”, apuntó.

Sarukhán Kermez también compartió datos acerca del calentamiento global y las repercusiones en el ámbito local, nacional y mundial. Hizo un comparativo entre las tasas globales de crecimiento poblacional y cómo se ha disparado la línea de crecimiento de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en las últimas décadas.

El investigador explicó, además, la forma en que se divide la biodiversidad en el país. Por un lado, la silvestre, “esa a la que todo el mundo quiere admirar, flora, fauna y todo lo provisto naturalmente”.

Por el otro lado está la producida por la diversidad cultural, todo aquello que tiene que ver con el cultivo de los alimentos.

Perder el oxígeno

El investigador José Sarukhán Kermez hizo hincapié en que se vive pensando que el oxígeno es tan gratuito que no se puede acabar, pero realmente podría irse, “ya que es un recurso natural provisto por las plantas y si no cuidamos de ellas corremos peligro como especie. Somos totalmente dependientes de la naturaleza, pero nadie observa que maltratarla es casi un llamado a la extinción si no se atiende ya mismo”.