La Jornada del Campo 16 de julio de 2022 Número 178
MISCELÁNEA
María Leticia López Zepeda Directora Ejecutiva ANEC
La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) es una organización campesina nacional en lucha por la construcción de un sistema de producción y comercialización agroalimentaria que logre equilibrar el valor multifuncional de la agricultura campesina, y su importancia para la soberanía y salud alimentaria, el medio ambiente y la sociedad. Son muchas las decisiones y estrategias que en contra de las políticas neoliberales se han debatido, analizado y consensado a lo largo de sus 26 años de vida. La Asamblea General como máximo órgano colegiado es garante de una vida orgánica democrática, autónoma y representativa para la toma de decisiones, la cual se apoya en el Consejo Directivo, integrado por delegados representantes de las 100 organizaciones campesinas de base y de segundo nivel, de 12 estados de la República, y cuyas tareas son mandatadas a una Dirección Ejecutiva.
En meses pasados se llevó a cabo una asamblea del Consejo Directivo, con desafíos novedosos, a veces inciertos, ya que las demandas históricas de ANEC encuentran respuesta inédita en los cambios en la política agrícola a partir del triunfo del gobierno de la Cuarta Transformación. La declaratoria del fin de las políticas neoliberales, del propósito por alcanzar la soberanía alimentaria, del decreto para la reducción en el uso del glifosato y del etiquetado frontal, y de anteponer políticas en favor de los más pobres, entre otros, marcan un hito de gran calado sobre el futuro del sistema agroalimentario y la soberanía alimentaria.
Sin embargo, en el balance a tres años, el Consejo Directivo expresó signos de preocupación sobre la urgente necesidad de la concreción de los diferentes programas de gobierno para atender a la problemática del campo; los crecientes efectos desastrozos del cambio climático y grave degradación de los suelos por los efectos del extractivismo de la revolución verde; del alarmante incremento de costos de los insumos, alimentos y la cadena productiva; de la corrupción heredada del neoliberalismo; de la falta reconocimiento de la auténtica organización campesina; la inestabilidad y volatilidad de los mercados, todavía controlado por monopolios ante la inoperatividad y complacencia de Segalmex; y la falta de acciones integrales para una verdadera transición agroecológica.
Conscientes de que no es una tarea fácil liberarse del sometimiento de las poderosas fuerzas económicas corporativas -a veces con el apoyo de funcionarios neoliberales-, se requiere fortalecer la alianza Estado –Sociedad/organización comunitaria campesina, que tal vez sea hoy la mayor tarea pendiente y un error de visión de este gobierno.
Decidir lo correcto y asumir compromisos es una tarea constante en ANEC. El Consejo acordó contribuir con proyectos alternativos de producción agroecológica para el incremento de la productividad agroecológica a través del ACCI-MICI (Modelo Productivo desarrollado en ANEC, denominado Agricultura Campesina de Conocimientos Integrados – Manejo Integrado de Cultivos Inducidos), y la comercialización organizada en cadenas cortas de suministros, con el impulso de políticas públicas a fondo de comercialización y financiamiento, (urgente reestructura total de Segalmex y la banca de desarrollo), con la autoproducción de bioinsumos a través de biofábricas campesinas locales, la recuperación y apropiación de semillas nativas, y entre otros, fomentar la participación de jóvenes, impulsando una política de alianzas con otras organizaciones, lejos de las viejas prácticas cupulares, clientelares y paternalistas.
En un ejercicio democrático, también se llevó a cabo el cambio de representantes de Presidente; Secretario y Tesorero del Consejo Directivo, resultando electos los dirigentes Nino Magdaleno Velazco de la organización indígena de Chiapas “Unión Campesina Totikes”, Hilario Moyeda de la “Unión de Ejidos Exlaguna de Magdalena de Jalisco”, y Agapito Hernández de la Redccam de Michoacán, respectivamente. Como presidente del Consejo de Vigilancia se nombró a Benito Jiménez de Grupo Campo Morelos. En la “familia ANEC” no se disputa el poder, se comparte, se delega al colectivo, es una organización de consenso y no de mayorías, de unidad en la diversidad, y de confianza de quienes comparten principios.
Fue una reunión productiva, con visión de largo alcance, en el que la Asamblea de Delegados concluyó al grito unánime y con el puño en alto: “Zapata vive, la lucha sigue, sigue, sigue… •